1.4.09

la inteligencia fracasada, J.A. Marina

La inteligencia fracasada, José Antonio Marina
(anagrama, 2004)
resumen
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1. LA INTELIGENCIA MALOGRADA
1.1
Inteligencia es la capacidad de alguien para dirigir su comportamiento utilizando la información captada, aprendida, elaborada y producida por él mismo. El éxito de la inteligencia está en dirigir bien la conducta. Dirige bien si permite resolver las nuevas situaciones conflictivas; si no, funciona mal.
Hay: inteligencias dañadas (patologías profundas, deficiencias, traumas infantiles...) y también inteligencias fracasadas (equivocaron el camino, perdieron el rumbo, se dejaron ir a la deriva...)
Tenemos una inteligencia dúplex, una capacidad intelectual y un uso de la inteligencia. Ser inteligente a veces no es igual que comportarse inteligentemente. Las personas inteligentes pueden hacer cosas muy tontas.
1.2
Inteligencia estructural es la capacidad, y es computacional. Uso de la inteligencia es la inteligencia en acción, lo que se hace con las capacidades. Existen factores de distorsión, epistemológicos, afectivos u operativos. La inteligencia estructural se compone de una serie de mecanismos, capacidades, modos de respuesta, inconscientes. Son módulos dotados de cierta independencia. Los módulos autónomos proporcionan soluciones muy concretas a problemas muy concretos. La evolución ha intentado unir la algarabía de mecanismos independientes con grandes sistemas unificadores: lenguaje, razón, la capacidad de planificar y decidir. Estructuras jovencísimas que tienen que tratar con los módulos antiguos. Surge así un proceso de negociación, rediseño.
La inteligencia ejecutiva inicia, dirige, y controla, hasta donde puede, las maquinaciones de la inteligencia computacional. La causa del fracaso de la inteligencia es la intervención de un módulo inadecuado, que ha adquirido una inmerecida preeminencia por un fallo de la inteligencia ejecutiva. La inadecuación del módulo -por rigidez, anacronismo, blindarse contra la experiencia, impedir la continuación de la vida- o una falta de eficiencia del yo ejecutivo, que se entrega a los automatismos computacionales y a las marejadas de la emoción.
1.3
Inventar fines es la característica más propia de la inteligencia humana. La inteligencia no sólo trata de resolver problemas, sino de plantearlos. Una meta equivocada, o falsa, o mala, pervierte todos los razonamientos que conduzcan a ella.
Principio de jerarquía de los marcos: los pensamientos o actividades que son en sí inteligentes pueden resultar estúpidos si el marco en que se mueven es estúpido. Lo que a un nivel es aceptable puede dejar de serlo si ese nivel entero es abominable. Para evaluar la inteligencia de un comportamiento tenemos que justificar previamente la jerarquía de los marcos que establecemos y evaluar desde el superior. La inteligencia fracasa cuando se equivoca en la elección del marco. El marco de superior jerarquía para el individuo es su felicidad. Es un fracaso de la inteligencia aquello que le aparte o le impida conseguir la felicidad.
1.4
Causas de la estupidez: intromisión de módulos mentales equivocados, ineficacia de la inteligencia ejecutiva, equivocada jerarquía de los marcos.
Hay fracasos cognitivos, afectivos, lenguajes fracasados y fracasos de la voluntad
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2 LOS FRACASOS COGNITIVOS
2.1
Reconocer la equivocación y aprovecharla: el fracaso de la inteligencia está en negar la evidencia y no aprender de la experiencia.
2.2
El prejuicio: se está seguro de algo que no se sabe, se selecciona la información de manera que se percibe sólo lo que corrobora el prejuicio.
2.3.
La superstición: certeza injustificada invulnerable a las evidencias en contra.
2.4.
El dogmatismo: una previsión queda invalidada por la realidad a pesar de lo cual no se reconoce el error sino que se introducen las variaciones adecuadas para poder mantener la creencia
2.5.
El fanatismo: una defensa de la verdad absoluta y una llamada a la acción. Aunque la verdad merece una consideración especial frente a las doctrinas falsas, lo malo es cuando una opinión no demostrada se considera absolutamente demostrada, cayendo en un dinamismo tiránico del concepto de verdad.
2.6.
Aparece un factor de distorsión: la libertad humana consiste en aprovechar las experiencias pasadas para conducir el comportamiento. El fanatismo somete a cautiverio a la inteligencia porque le impide crecer. Mejor que hablar de inteligencia hablar de personalidades inteligentes o estúpidas. Las inteligentes manejan bien la negociación íntima. Conocer no es un lujo sino una función vital.
2.7.
Hay creencias inconscientes que son peligrosas. Los roles sociales, el modelo del mundo, modelos mentales diferentes...
2.8
Creencias tóxicasinterferencias arbitrarias, conclusiones muy firmes sin evidenciasusan una abstracción selectiva, valorando una experiencia centrándose en un detalle específico e ignorando otros más relevantesgeneralizar excesivamente, pasando de un caso particular a una creencia generalmagnificar o minimizar, aumentando la magnitud de los acontecimientos perjudiciales y disminuyendo los que pueden enorgullecernosprovocan pensamientos absolutistas y dicotómicos, animando a clasificar las experiencias en categorías opuestas y absolutas, adjudicándose la negativa
2.9
Credulidad: facilidad excesiva para creer, propia de nuestra especie, con lo que las creencias se imponen automáticamente.
La credulidad rechaza toda crítica, acepta pasivamente todo lo que le llega. Esta debilidad siempre la ha utilizado el poder.
2.10
El uso racional de la inteligencia busca evidencias universales, que se pueden compartir. El uso irracional se encierra en su mundo privado, funcionando como un módulo autónomo y blindado. No confundir razonamiento, capacidad de hacer inferencias lógicas -una facultad de la inteligencia estructural- con uso racional de la inteligencia, que es la utilización del razonamiento para conocer, comprender, entenderse, construir, un proyecto de la inteligencia ejecutiva.
La razón es necesaria para la supervivencia y para la felicidad. Las necesidades vitales exigen una adecuación a la realidad, una comunicación con otros seres y una cooperación con ellos en el plano práctico. Todo esto exige la configuración de un espacio objetivo, común, interpersonal y firme. El diálogo sólo es posible cuando se puede salir, aunque fragmentariamente, del mundo privado para acceder a la objetividad, una tierra de nadie utilizada por todos.
Necesitamos conocer la realidad y entendernos con los demás, para eso abandonamos el seno cómodo y protector de las evidencias privadas, de las creencias íntimas. Sopesar las evidencias ajenas, criticarlas todas, las propias y las extrañas, abre el camino a la búsqueda siempre abierta de una verdad y de unos valores más firmes, más claros y mejor justificados.
La irracionalidad, el encastillamiento en la opinión personal, lleva a la violencia. El uso racional de la inteligencia, indispensable para convivir, se concreta en dos grandes dominios de evidencias universales: la ciencia y la ética
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3 LOS FRACASOS AFECTIVOS
3.1
Las emociones influyen en el conocimiento pero el conocimiento influye en las emocionesa- en el sótano del cerebro está la sede emocional, de estructuras antiguas y tozudasb- la corteza cerebral, joven y pizpireta, dirige las funciones cognitivas, lingüísticas y lógicasc- en el piso de arriba habita nuestra capacidad para hacer planes, tomar decisiones y dirigirlo todo.
Sin el empujón afectivo la razón puede agotarse en una deliberación interminable. La verdadera inteligencia, la que termina en conducta es una mezcla de conocimiento y afecto,
3.2
Hay sentimientos inteligentes ysentimientos estúpidos.-conócete a ti mismo-no dejes que la pasión se adueñe de tu alma.
La razón es el cochero de un carro movido por los caballos díscolos y desbocados de las pasiones. Hacer racionales las pasiones. Las pasiones se vuelven irracionales cuando se adueñan no sólo del corazón sino de toda la mente humana.
En las experiencias afectivas están los impulsos, los sentimientos y los apegos.-nivel impulsivo: incluye los deseos, necesidades, tendencias, móviles, como la sed, el hambre, el sexo, el afán de poder, la necesidad de ser amado, la curiosidad...-nivel sentimental: los sentimientos son el balance consciente de nuestra situación, el modo como están funcionando nuestros deseos o proyectos en contacto con la realidad. La satisfacción, la calma, la alegría, nos indican que nuestras metas se están cumpliendo. El miedo nos dice que nuestras expectativas están amenazadas, la furia que están siendo bloquadas, la tristeza es la constatación de una pérdida, la decepción o la frustración que nuestras esperanzas no se han cumplido, la desesperación que no se van a cumplir. La experiencia estética, la euforia creadora, la emoción musical... son sentimientos que nos advierten la presencia de grandes expectativas innatas.-los apegos: son relaciones psicológicas que enlazan profundamente a alguien con otra persona o con un tipo de experiencias o de objetos. El apego infantil, las adicciones, los condicionamientos, las dependencias, la costumbre, el amor, el odio, las relaciones de objeto son fenómenos de este tipo o pueden serlo. A veces estamos ligados por apegos sin ser conscientes de ello.
3.3
El primer fracaso de la inteligencia afectiva puede consisitir en confundir los afectos. Los fracasos amorosos son frecuentes y se deben a que no era amor lo que se sentía o a que el amor desapareció.
El amor es esencialmente un deseo y es fácil confundirlo con el deseo de ayudar o salvar a alguien, el deseo de ser elogiado (la vanidad, pues los halagos mutuos forman parte de toda estrategia de cortejo) o el deseo de conquistar.
El deseo de conquistar a otra persona, como la excitación sexual, tiene fecha de caducidad, sin embargo la persona es inagotable, y el verdadero amor también. Además los sentimientos no son el amor sino acompañantes del amor.
Muchas relaciones de pareja duran en un infierno emocional porque se han convertido en hábito, son relaciones de apego, pues en el fondo nada teme más el ser humano que la anestesia afectiva, pero muchas creencias acerca del amor han difundido una idea adictiva del amor poco inteligente.
3.4.
Hay más personas arruinadas por la vanidad que por la coyuntura económica. La vanidad es un afán excesivo y predominante de ser admirado. El parecer se sobrepone al ser.
El aburrimiento guarda un potencial destructivo sorprendente. La incapacidad para soportarlo y librarse de él con frecuencia conduce a la droga, o a estupideces, temeridades o a la crueldad... Cuando el diablo no tiene qué hacer con el rabo mata moscas
3.5
Los sentimientos son sólo experiencias que nos informan acerca de cómo se están comportando nuestros proyectos o deseos en su enfrentamiento con la realidad.
Dejan de cumplir su función cuando informan sesgada o falsamente, exageran los miedos, toman como agravio los regalos, disfrutan con lo que les destruye o se sienten amenazados al ser queridos o contentos al ser degradados. Hay una depresión y unos miedos patológicos, pero en otros casos no hay determinismo biológico sino una deriva biográfica: la inteligencia ha sido zarandeada por sentimientos que no sabe manejar.
Hay pautas sentimentales que interpretan la realidad sin mentir por completo ni decir toda la verdad. Hay personalidades poco dotadas para la felicidad pues en cada bache ven un precipicio y en cada decepción una tragedia, mientras que otras tienen una mirada aguda para lo estimulante. Una estructura mental que incapacita a la persona para disfrutar de lo bueno no es inteligente. La incapacidad para reconocer la propia dulzura es una estupidez. Una muestra más de nuestra tenacidad en amargarnos la vida.
3.6.
La envidia es un estilo afectivo intrigante, la manifestación de una carencia. Muy cercanos a la envida están los celos. El resentimiento es otro estilo afectivo que suplanta la vida entera, es la contumacia de no olvidar un daño, un estilo afectivo que lleva al fracaso vital porque la víctima vive una vida enajenada, dirigida desde fuera por el agresor, cuyo daño hace pervivir.
Un sentimiento de odio, rencor, vergüenza, envidia, puede alterar completamente la visión de las cosas.
3.7
Los estilos afectivos son laboriosas construcciones biográficas. Son aprendidos y a veces se pueden desaprender. Hay 3 etapas en la emergencia de la personalidad. A partir de una matriz biológica se van construyendo las otras mediante complejos procesos educativos, madurativos y experienciales.
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Personalidad recibida: es la matriz personal genéticamente condicionada (el reparto de cartas) Son las funciones intelectuales, el temperamento y el sexo.
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Personalidad aprendida: es el carácter. El conjunto de hábitos afectivos, cognitivos y operativos adquiridos a partir de la personalidad base. Son muy estables pero son aprendidos. Se sitúan los estilos afectivos. Constituye junto a la interior, la inteligencia computacional.
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Personalidad elegida: es el modo como una persona se enfrenta o acepta su carácter y juega sus cartas. Incluye su proyecto vital, el sistema de valores, el modo de desarrollar ese proyecto en una circunstancia concreta. Es obra de la inteligencia ejecutiva.
Inteligencia básica + temperamento + sexo = personalidad recibida
Personalidad recibida + hábitos = personalidad aprendida (carácter)
Carácter + planes + comportamiento = personalidad elegida
Todos nacemos con una personalidad recibida que nos hace propensos a la felicidad o a la desdicha, pero no se trata de un determinismo irremediable. Las propensiones temperamentales pueden cambiarse o al menos reciclarse. La inteligencia humana se parece a un juego de cartas, no gana quien tiene las mejores cartas sino quien juega mejor.3.8.Los estilos afectivos son uno de los componentes del carácter, acaban formando parte de la inteligencia computacional. Van a su aire. Son fuente de ocurrencias, mecanismos activos de la memoria, una segunda naturaleza seleccionando información, dirigen la experiencia, animan a la acción o la disuaden, pero no son aprendidas y eso nos abre la puerta para intervenir en nuestra maquinaria mental, en nuestra inteligencia computacional y ayudar a su construcción o deconstrucción.- el sistema de deseos y proyectos: nuestros deseos básicos se prolongan en proyectos que nos permiten dirigir la acción y seducirnos desde lejos (si el proyecto fracasa hay frustración)- las creencias sobre el funcionamiento del mundo y lo que podemos esperar de él: por debajo de sentimientos que parecen espontáneos y originales actúan creencias, fundamentalmente implícitas (hasta los celos dependen de ellas, pues en otras culturas no existen)- las creencias sobre uno mismo y su capacidad para enfrentarse con los problemas: la definición del grupo se inculca a los niños como una creencia básica, peligrosa, pues se convierte en absoluto criterio relativo. La identidad nacional aparece acompañada de un prejuicio respecto a las otras naciones porque los niños necesitan hacer diferenciaciones tajantes y valorar lo propio como bueno y lo ajeno como malo es un criterio sencillo. Otro método simplificados consiste en reducir la percepción de los demás grupos a un estereotipo. Las diferencias culturales pueden llevar a un antagonismo directo por la falta de humanidad compartida.
Sobre la matriz personal y con la participación de distintos tipos de creencias de cada persona va configurando sus hábitos afectivos, sus formas de apego, sus estilos de motivación y sus estilos sentimentales.
Quienes se han ido quedando rígidos no deben resignarse. Cambiar es la gran esperanza de mucha gente.
Es posible cambiar, pero se trata de reconstruir una personalidad más inteligentemente desde abajo, consiguiendo que los grandes esquemas de regulación negocien bien con los pequeños reinos psicológicos.
Aprender a leer el mundo de otra manera.
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4. LOS LENGUAJES FRACASADOS
4.1.
La palabra sirve sobre todo para vivir. Nos pasamos la vida hablando con los demás y hablándonos.
4.2.
El lenguaje es uno de los sistemas transversales que sirven para unificar los módulos de nuestra inteligencia, es la gran herramienta de la inteligencia ejecutiva. Vuelve consciente lo que sucede en la inteligencia computacional, nos permite buscar en la memoria, hacer planes, darnos órdenes a nosotros mismos.
Hay dos funciones lingüísticas básicas: transmitir información e influir en la conducta.También nuestra conciencia se teje con palabras. Al paciente le enferma el silencio, el lenguaje permite el paso de lo inconsciente a lo consciente, por eso la regla del psicoanálisis es " dígalo en voz alta". Hay relación entre dificultades en el lenguaje y agresividad. También existe la alexitimia, la incapacidad para reconocer y expresar los sentimientos.
Sin la ayuda del habla interna nuestra subjetividad permanece inarticulada, empastada y borrosa. Necesitamos analizar nuestros sentimientos aprovechando los recursos que el lenguaje nos proporciona. Gracia a él podemos fijar la atención en nuestra propia vida consciente.
La ausencia de análisis introspectivo produce inteligencias impulsivas, toscas, imprevisibles, pero el exceso de análisis de la rumia es paralizante.
4.3
Nos hablamos sin parar a nosotros mismos
El lenguaje no sólo sirve para hablar con los demás sino también para comunicarnos con nosotros mismos
La mente individual es una ficción social en su génesis y en su funcionamiento. El lenguaje interior se origina por introyección del habla comunicativa, y de ella retiene sus propiedades. Los signos, en su carácter externo, son instrumentos objetivos de la relación con otros. Un signo proferido es sobre todo un instrumento para influir psicológicamente en la conducta, tanto si se trata de la de otro como de la propia. El lenguaje nació en el mundo de la vida, que es atareada y práctica. Comenzó siendo usado para fines sociales y más tarde para influir en uno mismo.
La intención del hablante es imperativa: pretende dirigir la conciencia o la atención del oyente.
La conciencia es una forma de contacto social con uno mismo.
4.4.
Fracasos del habla interiorior
incapacidad de volver consciente lo que soy
mecanismos lingüísticos rígidos que pueden desencadenar conductas suicidas u homicidasla, rumia, un círculo tóxico que agota sin avanzar convirtiendo a la víctima en un rumiante eterno que no digiere lo rumiado, noria mental de la preocupación, del discurso estancado.
Cada deseo, cada sentimiento, cada actitud puede convertirse en una voz. El deseo de conquistar, o el de hacer daño son locuaces. Hay sentimientos habladores como la alegría y taciturnos como la tristeza y el aburrimiento.
Estas voces tienden a proclamar su independencia y a veces logran tal autonomía que el sujeto olvida que son creaciones de la mente. La patología no es más que la exageración de lo normal.
4.5
En las personas normales surge una voz que suele tener una autonomía poderosa: la voz de la conciencia, que pone al hombre por testigo contra o a favor de sí mismo.
Somos a la vez jueces e inputados y si el código que utiliza el juez es equivocado, si esa voz imperativa y necesaria es laxa o dura, el fracaso del lenguaje será profundo y doloroso. La voz de la conciencia, que nos avergüenza, culpabiliza, vigila, puede convertirse en un módulo autónomo, incapaz de rendirse a ningún tipo de argumento o evidencia.
El lenguaje fracasa cuando no es capaz de dirigir bien la conducta o cuando se somete a módulos originados por creencias, presiones sociales, rígidos, encapsulados, que si llegan al poder producen desdichas. La irrupción de los automatismos y la claudicación de las instancias liberadoras -la inteligencia ejecutiva- explican estos fracasos. La inteligencia está a merced de una algarabía de voces inconexas.
4.6
Normalmente vivimos y al mismo tiempo comentamos con nosotros mismos lo que vivimos. La persona susceptible subtitula la cosas con un comentario ofendido, el poeta con comentarios poéticos. Somos comentaristas de nosotros mismos y con nuestros comentarios a veces nos animamos y a veces nos destruimos.
Unas personas se contarán a sí mismas cualquier cosa como un fracaso, un peligro o una culpa. La locuaz inteligencia computacional puede ser terrible.
A veces los comentarios pueden intervenir en la conversación explícita mediante una conversacíón sumergida, apostilladora, que duplica el diálogo de manera que se intercalan dos personas que hablan y dos que monologan a escondidas, con lo que es imposible entenderse. Y estas ocultaciones son fracasos.
4.7.
La situación amorossa es origen de las incomunicaciones más dolorosas. Hay 4 situaciones que son fracasos-el primer fracaso del lenguaje es su ausencia: el silencio es como la soledad, puede ser una situación real, puede ser un logro o una carencia. La abundancia del corazón abre la boca; la sequedad del corazón la cierra. Las ocurrencias proceden del campo del deseo. Las parejas taciturnas se vuelven locuaces caundo les acomete un deseo, como el de hacer daño, pues la furia y el rencor son elocuentes. Hay sentimientos que bloquean el lenguaje: el miedo y el aburrimiento.
Hay 4 etapas en el deterioro de la comunicación conyugal: críticas, desprecio, actitud defensiva y actitud evasiva-entregarse al automatismo de un discurso: una conversación adquiere un sesgo que no se había previsto, que no se quería pero que desencadena una dinámica implacable, que convierte a los hablantes en contendientes y les lleva donde no habían pensado ni querido llegar.-malentendidos: la comunicación ha sido oscurecida por la metáfora del contenido: el habla es ante todo un sistema de inducciones y seducciones. Al hablar no entregamos un objeto material, hecho, perfilado, a alguien que tiene que comprenderlo, cogerlo, asimilarlo. Lo que hago al escribir o hablar es presionar para que el oyente realice unas operaciones a mitad de camino entre la inferencia y la adivinación y produzca un significado parecido al que deseo suscitar. Quien habla suministra una serie de pistas e indicios para que el oyente reconstruya la intención originaria.
Existe la equivocación hermeneútica: lo que dicen y lo que oyen son cosas muy diferentes. El origen de muchos malentendidos está en ignorar que siempre interpretamos lo que oímos.
No hay una transmisión pura y simple de un significado.
El contexto, la intención, el retintín, antecedentes, actitud, dirigen la interpretación de la frase.-los mecanismos de género entre hombres y mujeres, pues entre ambos hay diversas expectativas respecto a la conversación.
A los hombres se les educa para la autosuficiencia, a ellas para mantener una red de relaciones; el hombre se contenta con hablar de algo, la mujer busca mayor conexión emocional. Los niños juegan a pelearse, o se pelean; las chicas prefieren sentarse a hablar de sus cosas. Los hombres rehuyen los temas íntimos y tieden a oír a las mujeres como si hicieran demandas explícitas de solución cuando hablan en vez de buscar un oyente solidario. Algo parecido ocurre con las preguntas, que los hombres consideran peticiones de información y las mujeres un medio de mantener una conversación.
Las diferencias culturales también pueden dificultar la conversación.
4.8.
El lenguaje fracasa cuando, siendo un medio de entendimiento, lleva a la incomprensión. La dinámica se hace estúpida porque se vuelve rígida, mecaniza los sistemas de utilización, expresión e interpretación lingüística.
La inteligencia fracasa cuando-la inteligencia computacional adquiere malos hábitos (creencias distorsionadas, mecanismos ineficaces, sentimientos tóxicos)-la inteligencia ejecutiva adopta malos criterios o malos proyectos (comprender a otra persona es un proyecto)-la inteligencia ejecutiva es incapaz de dirigir la inteligencia computacional
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5 EL FRACASO DE LA VOLUNTAD
5.1.
Fracasos del yo ejecutivo
La voluntad son cuatro habilidades aprendidas: inhibir el impulso, deliberar, decidir y mantener el esfuerzo.
Cuando una de esas habilidades no se aprende o se aprende mal surgen problemas de conducta. Una inteligencia puede ser estructuralmente fuerte o débil; la inteligencia estructural puede usarse bien o mal.
5.2.
La voluntad es la motivación inteligentemente dirigida. El yo ejecutivo se encarga de poner cierto orden en la asamblea de voces discordantes. Los deseos que emergen en mi consciencia proceden de la inteligencia computacional, que es una fuente permanente de ocurrencias. Al yo ejecutivo no se le ocurre nada, es el gran aduanero. Cuando está dormido todas las ocurrencias pasan a la acción, como en una borrachera o en los comportamientos compulsivos, en los que no hay mediación entre el deseo y la acción, pero cuando está en su puesto registra conscientemente las ocurrencias y las evalúa para ver si puede dejarlas pasar. Necesita procedimientos para controlar este tráfico y criterios de evaluación. Cuando hay muchos programas abiertos hace falta uno superior que determine cuál va a entrar en acción.
El aduanero está vigilante o dormido, es honesto o se deja sobornar, se impone o claudica: es su aspecto controlador, pero además actúa con unos criterios y según sean adecuados o no, buenos o malos, inteligentes o estúpidos, va a usar sus capacidades de una u otra manera. Ante esas ocurrencias el yo ejecutivo adopta una rutina muy elemental: las compara con su tabla de evaluación y las bloquea o las deja seguir. Esta es la decisión. A veces la decisión no zanja el asunto sino que debe prolongarse con un proyecto de acción. La inteligencia computacional tendrá que seguir produciendo ocurrencias para alcanzar la meta. Unas serán buenas y otras malas. Es su gran función. Hay que ser capaz de rechazar el 90% de las ocurrencias sin suprimir el progreso de nuestra actividad mental.
Si uno se equivoca en el criterio, si no es capaz de bloquear la acción o si la inteligencia computacional no le hace caso, el yo ejecutivo fracasa.
5.3.
Fracasos de la volutad en su función controladora
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Las deficiencias del deseo
Si no hay impulso alguno, si no existe el deseo, falta la materia de la voluntad, como en las depresiones. Hay apatías orgánicas y aprendidas. Una peculiar deficiencia del deseo es su volubilidad como es un defecto cognitivo la incapacidad de fijar la atención. La acción y el conocimiento precisan de una cierta estabilidad del deseo o de la concentración.
El deseo es una llamada a la acción, por eso otra de sus deficiencias aparece cuando existe el deseo peor no va seguido del impulso.
5.4.
La esclavitud de la voluntad
Las posibilidades de la voluntad son limitadas drásticamente por elementos fisiológicos o psicológicos. Como las adicciones y el miedo. La droga se impone al cuerpo y éste le obedece. El ámbito de las adicciones puede crecer indefinidamente.
5.5.
La impulsividad es la falta de control de los impulsos. En la abulia desaparece la capacidad de iniciar la acción, en la impulsividad se carece de la posibilidad de inhibirla. Es un factor que aumenta la probabilidad de comportamientos antisociales.-impulsividad: en la conducta impulsiva hay motivación, idea directriz, conciencia lúcida, pero falta deliberación. Se pasa directamente al acto. La acción es involuntaria, violenta, súbita, imperiosa, explosiva, incoercible. No hay lucha interna. Puede producir actos violentos contra las personas y las cosas. Es un rasgo de carácter, se actúa antes de pensar, cambia frecuentemente de actividad, tiene dificultades para organizarse en el trabajo, necesita supervisión constante, levanta mucho la voz, le cuesta guardar turno.-compulsïón: las compulsiones son acciones reflexivas y van acompañadas de luchas internas (p.e. fumar) Tratan de oponer resistencia a esa conducta que les parece estúpida pero los fracasos repetidos acaban por someterlos. Prefieren realizar el insensato ritual antas que sufrir un desasosiego angustioso. Los pensamientos no deseados que se entrometen, la insistencia de las palabras o ideas, las reflexiones o cadenas de pensamientos son percibidos por la víctima como inapropiados o carentes de sentido. La idea obseviva es reconocida como ajena a la personalidad pero procedente de uno mismo. La inteligencia computacional funciona con independencia del yo consciente. Las tentativas para desechar los pensamientos que no son bienvenidos pueden conducir a una terrible lucha interna que angustia al sujeto. Pueden acabar adueñándose del organismo mental.-automatismos: en los automatismos no hay idea consciente, son involuntarios, sin conciencia reflexiva ni discernimiento, como en los tics
5.6.
La procastinación
Es dejar algo para mañana, no es un simple aplazamiento ni negarse a hacer alguna cosa, es desidia acompañada de complejas técnicas dilatorias. Tiene una gran fuerza de voluntad para actuar en el futuro pero una débil voluntad para el presente. Una complaciente voz interior le dice que emergerá de esa noche de prórroga transformado, dotado de energías maravillosas que harán todo más fácil. Es un postergador raciocinante que se da argumentos muy convincentes para aplazar la acción.
El temor a realizar una tarea consume más daño tiempo que hacer la tarea en sí. El procastinador no dilata su actividad porque sea dolorosa o muy molesta. Suele ser tan sólo un poco más molesta que lo que está haciendo en ese momento. Cuando alguien se libra de esta adicción al día siguiente se siente bien.
Los postergadores suelen pensar que hacer algo va a ocupar más tiempo de lo que en realidad ocupa, que no vale la pena iniciar una cosa si no se la va a terminar de un tirón, y que poco tiempo es ningún tiempo; manejan el tiempo al por mayor en vez de al menudeo, que es como de hecho lo vivimos. Hay pequeños retales, huecos de tiempo entre una ocupación y otra que el procastinador despilfarra.
5.7.
La indecisión
La decisión es un corte, una separación, un salto. Este salto puede ser un obstáculo insalvable casi, son irresolutas, indecisas. Suele derivar de un estilo afectivo acobardado que teme equivocarse o teme la novedad. Prefiere lo malo conocido a lo bueno por conocer y si le obligan a decidir le condenan al infierno. La angustia es la conciencia de la posibilidad.
5.8.
La rutina
Los hábitos son mecanismos aprendidos que automatizan ciertas conductas que así realizamos con mayor facilidad, perfección y sin necesidad de prestar atención. Son indispensables para toda actuación eficiente. Los hábitos pueden liberarnos o pueden esclavizarnos. Deben estar sometidos a una vigilancia superior.Intentar resolver un problema de manera rutinaria sólo sirve con problemas muy elementales. El mecanismo puede dispararse automáticamente e intentar someter a su acción cualquier conflicto en vez de acomodarse él al conflicto. Es la creencia de que lo que funcionó funcionará siempre. Esta rigidez es una de las causas más frecuentes de las derrotas personales.
5.9.
La inconstancia y la obcecación
Hay decisiones que nos comprometen a proyectos largos en cuya realización hay que vencer obstáculos y que exigen una renovación de la decisión, una persistencia en el empeño. Un fracaso de la inteligencia es cesar en el esfuerzo antes de tiempo. Eso es la inconstancia. Hay una dificultad para soportar el esfuerzo o para aplazar la recompensa, y es temperamental.
Las personas aguantan la incomodidad o el esfuerzo de muy distinta manera, y las sociedades también. Cada sociedad determina el nivel de molestia soportable.
La obcecación o tozudez también es un fracaso. No hay nadie más voluntarioso que el demente o el fanático, lo que nos hace pensar que la fuerza de voluntad no es buena o mala. Lo bueno es una voluntad inteligente que sepa cuándo hay que perseverar y cuándo hay que desistir.
Está también la dificultad de cambiar de proyecto. Quienes han realizado un sacrificio (de dinero, tiempo o esfuerzo) tienden a continuar haciéndolo a pesar de que signifique perder más que ganar. Es el error del inversionista.
Hablar elogiosamente de la fuerza de voluntad es equívoco. Hablemos del buen uso o del uso fracasado de la voluntad, del uso inteligente y del estúpido.
5.10.
Los fracasos de la voluntad proceden siempre de una forma indebida de poder. Una persona incapaz de controlar sus ocurrencias puede ser muy inteligente pero tampoco lo será quien se obstine en una idea fija o en una meta equivocada o estúpida.
Una acción fracasa cuando adopta un cánon de medida equivocado, un mal criterio de evaluación.. Lo que podemos considerar un éxito privado puede considerarse un fracaso desde el punto de vista de la inteligencia social. ¡El principio de jerarquía de los marcos!
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6 LA ELECCIÓN DE LAS METAS
6.1.
Impulsados por nuestros deseos y necesidades tenemos que organizar planes de vida y de esto dependen en gran medida nuestros éxitos o fracasos vitales. Nos enfrentamos continuamente con 3 problemas.
No sé que hacer; Sé lo que quiero pero no sé cómo; Sé cómo pero no me atrevo
Tenemos el proyecto de ser felices, lo que no sabemos es cómo concretar esa aspiración difusa. La elección de las metas es la más delicada de las operaciones de la inteligencia. Hay 3 etapas en la selección de las metasla etapa de la fantasía; la etapa de los ensayos; la etapa realista
Muchos fracasos llegan porque las metas que emprendemos son imposibles en sí o lo son para nosotros. Vivir bajo el lema de "César o nada" se consideran deprimentes los éxitos.
Calibrar lo que somos o no somos capaces es tarea delicada. Si la meta es demasiado alta, la posibilidad de fracasar es muy alta; si la meta es demasiado baja, muchas posibilidades dejarán de desarrollarse.
Emprender metas contradictorias aunque no lo parezcan produce inevitables fracasos. Los planes pueden estar mutuamente aislados y por eso no se contrastan.
6.2.
El problema de coordinar metas con otras personas es de los más difíciles de resolver, el que causa más frustraciones. Las metas personales pueden unificarse cuando se tiene una meta común.
Las relaciones de pareja-sometimiento de un plan vital al de otra persona-coordinación de planes privados-subordinación de ambos a una meta común
Ahora se impone el modelo contractual en el que sólo hay dos voluntades que negocian entre sí al mismo nivel, procurando mantener a salvo la independencia por si acaso, pero no se puede nadar y guardar la ropa: el miedo al fracaso hace que cada miembro invierta poco en ella, se reserven, manteniendo la posibilidad de la retirada. El posible divorcio está tan presente que les fuerza a prepararse para él, con lo que la posibilidad de que ocurra es realmente más alta. Es un caso más de profecía que se cumple por el hecho de enunciarla.
Se han glorificado tanto las metas personales que han quebrado todas las metas compartidas.
El proyecto común de proteger la dignidad de las personas conduce a la defensa de los derechos individuales, lo que en muchos casos se interpreta como una valoración exclusiva de los proyectos privados, con el tonto lema de que no podemos ponernos de acuerdo en la idea de la felicidad.
La economía neoliberal descansa en la imagen de un yo humano autárquico. El colmo del conservadurismo reaccionario pretende que no nos hacen sufrir las cosas sino la idea que tenemos acerca de las cosas.
Hay tres clases de fracasos:-he elegido mal mi meta (imposible, contradictoria, destructiva)-no he sabido coordinar mis metas con las de otra persona (matrimonios fracasados)-no he sabido coordinar mis metas con las impuestas por la sociedad a través de la moral y el derecho (individualismo insolidario)
6.3.
La maldad es el gran fracaso de la inteligencia. Es mala toda conducta que atenta contra los derechos de otra persona y produce con ello un daño injusto.
Relacionar el bien con el triunfo de la inteligencia y el mal con su fracaso.Principio de jerarquía de los marcos.
Hay un uso privado de la inteligencia, con sus metas, y un uso público. Mi interés personal me impone un uso privado; la ciencia o la justicia uno público.Un comportamiento triunfante en el plano privado puede ser un fracaso en el público.
6.4-5.
Napoleón ejemplifica el triunfo de los intereses privados a costa de los públicos. 6.6.
Hay un desdoblamiento del uso de la inteligencia...
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7 SOCIEDADES INTELIGENTES, SOCIEDADES ESTÚPIDAS
7.1.
Un pensador eremítico puede buscar en su soledad verdades universales, usar públicamente su inteligencia, aunque esté solo.
La inteligencia social (o estupidez social) emerge de los grupos, asociaciones o sociedades, y nos permite hablar de sociedades estúpidas y sociedades inteligentes (la sociedad que aclamó a Hitler...)
La inteligencia o la estupidez que surge de las relaciones sociales.
Es una inteligencia conversacional. Cuando dos personas hablan, la interacción les anima o las deprime. Ciertas relaciones nos animan y desplegamos perspicacias insospechadas, y otras nos idiotizan y deprimen. En unas se cultiva lo mejor que hay y en otras lo peor."Yo soy yo y mi circunstancia y si no la salvo a ella, no me salvo yo"Las empresas, organizaciones, instituciones... consiguen que un grupo de personas que quizá no sean extraordinarios alcancen resultados extraordinarios gracias al modo como colaboran. Una organización inteligente es la que permite desarrollar y aprovechar los talentos individuales mediante una interacción estimulante y fructífera.
Hay parejas, familias, sociedades, estúpidas y las hay inteligentes.
Las agrupaciones inteligentes captan mejor la información, se ajustan mejor a la realidad, perciben antes los problemas, inventan soluciones eficaces y las ponen en práctica.
Junto a la inteligencia personal (que puede usarse privada o públicamente) encontramos una inteligencia social, que también tiene sus fracasos y sus éxitos.
7.2.
Inteligencia social, como ejemplo el lenguaje. ¿Quién lo creó? Nadie, todo el mundo. Los lenguajes, como las culturas son creaciones colectivas, en las que cada sujeto independiente puede introducir cambios, pequeños o grandes. La necesidad universal de comunicarse conduce a la invención de modos cada vez más eficaces de hacerlo, que son aceptados y afinados por la comunidad. La inteligencia social es una tupida red de interacciones entre sujetos inteligentes. Cada cual aporta sus capacidades, saberes y resulta enriquecido o empobrecido por su relación con los demás. Nadie puede introducir una palabra en el lenguaje, se puede inventar un término y proponer su uso, pero que se generalice depende de los demás.
La interacción de sujetos inteligentes produce un tipo nuevo de inteligencia -la inteligencia comunitaria o social- que produce sus propias creaciones: el lenguaje, las morales, las costumbres, las instituciones. No existe un espíritu de los pueblos sino un tupido tejer de agujas múltiples. Los intercambios recurrentes, copiosos, indefinidos, producen pautas estables.
7.3.
¿Cómo sabemos que una sociedad fracasa? Los seres humanos somos sociales. La sociedad ha ido modelando, ampliando o reduciendo el cerebro y el corazón humanos.Somos híbridos de neurología y cultura.
El lenguaje y la libertad son creaciones sociales. Los seres humanos, conscientemente desean vivir en sociedad porque en ella descubren más posibilidades vitales. Nadie se une para ser desdichado. La ciudad es fuente de soluciones. El solitario no puede sobrevivir. Buscando su felicidad privada el ser humano se integra en el espacio público. Debe coordinar sus metas, sus aspiraciones, sus conductas, con las metas, aspiraciones y conductas de los demás. Esta interacción contínua es el fundamento de la inteligencia social, de la que depende el capital intelectual de una sociedad.
Inteligencia social= inteligencias personales + sistemas de interacción pública + organización del poder
Una sociedad de personas sin capacidad crítica no puede superar un test de inteligencia social, pero tampoco podría hacerlo una sociedad compuesta sólo de genios egoístas o violentos.
Es el uso privado de la inteligencia privada lo que aumenta el capital intelectual de una comunidad. Al convertirse en ciudadano el individuo se instala en un ámbito nuevo que no es una mera agregación de mónadas cerradas sino que es un sistema de comunicación interminable donde todos influyen en todos, para bien o para mal. No es igual una sociedad dialogante que una perpetuamente enfrentada, una ciudad generosa que una mezquina.
Y un mal gobierno puede despeñar a una sociedad entera por el abismo de la estupidez (Hitler, Napoleón, Stalin, papas del renacimiento...)
La historia de la humanidad puede contarse como el esfuerzo por crear formas de convivencia más inteligentes y también como la crónica de sus éxitos y fracasos.
Ante la máxima fascista de que el estado lo es todo y el individuo es nada, la inteligencia social fue revelándose contra esta tiranía, defendiendo los derechos individuales previos al estado, desintoxicándose de la sumisión. Apareció así la idea de la dignidad inviolable del individuo.
La fellicidad privada consiste en la armoniosa realización de dos grandes motivaciones humanas: el bienestar y la ampliación de las posibilidades. Pedimos ayuda a la ciudad, y esta fracasa si no nos la da.
Sociedades estúpidas son aquellas en las que las creencias vigentes, los modelos de resolver problemas, los sistemas de evaluación y los modos de vida, disminuyen las posilbilidades de las inteligencias privadas.Una sociedad embrutecida o encanallada produce estos efectos. Y también una sociedad adictiva, como la nuestra. Las drogas no son un problema sino una mala solución a un problema. Se recurre a elementos alteradores del estado de ánimo para satisfacer necesidades reales y legítimas que la sociedad no satisface. Es una mezcla de mentalidad de arreglo rápido y sentimiento de impotencia.
La aceptación social no garantiza la bondad de una solución. No es verdad que la mayoría tenga siempre la razón ni que el pueblo no se equivoque nunca (una sociedad resentida, envidiosa, fanática o racista pueden equivocarse colectivamente y, por el contrario un hombre solo puede tener razón frente al mundo entero)
Debemos conceder a la inteligencia social la máxima jerarquía cuando proponga formas de vida que un sujeto ilustrado y virtuoso, en pleno uso público de su inteligencia, tras aprovechar críticamente la información disponible, considera buenas.
La complejidad social impide que una inteligencia aislada pueda manejar toda la información necesaria. Las experiencias personales, la variedad de las circunstancias, la comprobación práctica de la eficacia de las propuestas teóricas, son indispensables para una justa solución de los problemas. El factor más importante en el progreso moral de la humanidad es el desarrollo experimental del conocimiento, lo que se registra al margen de los sistemas filosóficos. La práctica es la corroboración de la teoría.
Muchas creencias que fueron mayoritariamente aceptadas acabaron rechazadas tras una larga y terrible experiencia (la esclavitud, la discriminación...)
7.4.
Fracasos cognitivos
La inteligencia fracasa cognitivamente cuando mantiene creencias blindadas. Los prejuicios, las supersticiones, el dogmatismo y el fanatismo son fenómenos sociales antes que personales. Hay culturas que las fomentan y protegen. La intolerancia religiosa repite una y otra vez lso mismos comportamientos. El débil reclama la libertad que le protege del tirano pero si llega a ser poderoso se olvida de lo que antes pedía (los cristianos, los protestantes...)La intolerancia es siempre un fracaso de la inteligencia, aunque la tolerancia no siempre es un triunfo. Las ideas que una sociedad tiene acerca de lo que es la inteligencia y la libertad condicionan su modo de enfrentarse con los problemas.La mayoría de las definiciones de inteligencia se centran en la habilidad cognitiva pero en realidad adquieren significado cuando se aplican al bienestar de la comunidad.
La idea de libertad determina también la inteligencia de una sociedad. En otras culturas se considera más importantes valores como la concordia, la paz... En occidente ha prevalecido la creencia fracasada acerca de la libertad que dice que sólo la acción espontánea es libre. Pero esta idea de libertad anula la libertad: si el comportamiento no es espontáneo es coaccionado (el superego, la educación, las normas, el qué dirán, o la moral del grupo dirigen y anulan la libertad, y por lo tanto el sujeto no es libre) pero si actúa espontáneamente tampoco lo es porque la espontaneidad es una mera pulsión (lo que llamamos naturalidad no es más que el determinismo de la naturaleza) Esta falsa idea de libertad lleva a la conclusión de que sólo se es libre si se está totalmente desvinculado de todo. Y esto es la negación de la inteligencia comunitaria, su fracaso.
7.5.
Fracasos afectivos
Las sociedades fomentan estilos afectivos diferentes, por ello hay culturas pacíficas y culturas belicosas, egoístas o solidarias.
Los arapesh sienten que el deber de todos los miembros de la tribu es hacer lo necesario para que los niños crezcan. Los niños son el centro de atención, la educación entera es educación sentimental. No hace falta que el niño aprenda cosas pues lo importante es suscitar en él un sentimiento de confianza y seguridad. Hacerle bondadoso y plácido. Se le enseña a confiar en todo el mundo. Los niños pasan temporadas en casa de sus familiares para que se acostumbren a pensar que el mundo está lleno de parientes.
Pero los mundugunor han creado una sociedad áspera, incómoda, malhumorada en la que todo está diseñado para provocar conflictos. Las familias se odian, en la educación no tienen lugar la tranquilidad o la alegría.
Los estilos afectivos sociales condicionan la vida del individuo, ampliándola o reduciéndola. El odio, la agresividad, la envidia, la impotencia, la soberbia, extravían a las sociedades.Las sociedades pueden encanallarse cuando carecen de tres sentimientos básicos: compasión, respeto y admiración.
Compadecer es sentirse afectado por el dolor de los demás, y es la base del comportamiento moral. Considerar la compasión como un sentimiento paternalista y humillante es una grave corrupción afectiva. Cuando se dice que no se quiere compasión sino justicia se olvida que ha sido la compasión la que ha abierto el camino de la justicia.
Respeto es el sentimiento adecuado ante lo valioso. Se trata de un sentimiento activo, que se prolonga en una acción de cuidado, protección y ayuda. Es el sentimiento que capta y aprecia la dignidad del ser humano. Cuando desaparece se cae en la trivialización y en la tiranía del quemasdá.
La admiración es la valoración de la excelencia. Un igualitarismo mal entendido nos impide apreciar a los demás, con el estúpido y degradante, nadie es más que nadie. No es lo mismo quien ayuda que quien tortura, no es lo mismo Hitler que Mandela. La carencia de admiración es un encanallamiento.
7.6.
Fracasos operativos
La inteligencia social puede equivocarse en las metas. Cuando crea mitologías a las que sacrifica los derechos individuales, como la gloria nacional, la raza, el partido, la iglesia, que al alzarse como marco supremo acaban destruyendo a los ciudadanos.
Las sociedades pueden proponerse metas contradictorias. Un fracaso en los sistemas ejecutivos puede darse por exceso o por defecto: el exceso es la tiranía, que a veces es aceptada por la sociedad, lo que supone un fracaso (el miedo impulsa a esa abdicación de la libertad); el defecto es la anarquía, cuando quiebran todos los sistemas de control... y suele llevar a la tiranía por compensación.
La inteligencia culmina en la resolución de los problemas prácticos, en especial de los que se refieren a la felicidad personal y a la dignidad de la convivencia.La convivencia humana siempre ha planteado problemas enconados que cada cultura ha intentado resolver a su manera. El valor de la vida, la propiedad de los bienes y su distribución, la sexualidad, la familia y la educación de los hijos, la organización del poder político, el trato a los débiles, ancianos o enfermos, el comportamiento con los extranjeros y la relación con los dioses suelen ser los fundamentales.
La inteligencia comunitaria denominará justicia a la mejor solución de conflictos.
Una cosa es terminar un problema y otro resolverlo. Lo de muerto el perro se acabó la rabia no vale ni para los perros. Un problema sólo se resuelve cuando se termina dejando a salvo los valores para la convivencia, o volverá.La historia de la humanidad continúa siendo el libro de cuentas de un matadero. Este empecinamiento es un cruel fracaso de la inteligencia.
7.7
El triunfo de la inteligencia personal es la felicidad, el de la inteligencia social es la justicia.
La búsqueda de la justicia es la eterna búsqueda de la felicidad humana. Es una felicidad que el hombre no puede encontrar por sí mismo y por esto la busca en la sociedad. La justicia es la felicidad social, garantizada por el orden social. La felicidad política es una condición imprescindible para la felicidad personal. Hemos de realizar nuestros proyectos más íntimos, como el de ser feliz, integrándolos en proyectos compartidos. Sólo los eremitas han pretendido vivir su intimidad con total autosuficiencia. Han sido atletas de la desvinculación.
Son inteligentes las sociedades justas, y estúpidas las injustas. Puesto que la inteligencia tiene como meta la felicidad todo fracaso de la inteligencia entraña desdicha. La desdicha privada es el dolor. La desdicha pública es el mal, la injusticia.
7.8.
Una condición de la justicia es elegir bien el marco al que se adjudica mayor jerarquía. La tensión entre individuo y sociedad es inevitable. El individuo, que acude ala sociedad para aumentar su libertad, vuelve a su casa cargado de deberes, irritado. Los grandes fracasos de la inteligencia social aparecen cuando no se resuelve bien esta tensión.El relativismo arma una trampa social. Se cree que la equivalencia de todas las opiniones es el fundamento de la democracia, creencia estúpida y contradictoria. Si todas las opiniones valieran lo mismo, las creencias antidemocráticas serían tan válidas como las democráticas. El relativismo, que tan liberador parecía, acaba en el nazismo.
Atentado más grave contra la inteligencia social son las creencias desmoralizadoras que niegan la necesidad o la posibilidad de ponernos de acuerdo sobre la idea de justicia. Se ha puesto como valor supremo la autonomía personal, lo que debilita el poder de las normas universales, una de las cuales es el valor de la autonomía personal (la objeción de conciencia es una paradoja jurídica, pues una ley autoriza incumplir la ley en ciertos casos)
La inteligencia social ha descubierto el valor de la libertad de conciencia, con lo que convierte a la propia conciencia en máximo tribunal de comportamiento. Lo único que protege este derecho es la personal búsqueda de la verdad, pero también la exige. La gran creación de la inteligencia comunitaria, la justicia, exige un uso público de la inteligencia.
La libertad de conciencia sólo adquiere su legitimidad total cuando esa conciencia se compromete a buscar la verdad, a escuchar argumentos ajenos, atender razones, rendirse valientemente a la evidencia, aunque vaya en su contra. A saltar por encima de los muros de la privacidad. Sin esta contrapartida el derecho a la libertad de conciencia puede convertirse en protector de la obstinación y el fanatismo. El uso público de la inteligencia se propone salir del mundo de las evidencias privadas, donde puede emboscarse el capricho, la obcecación o el egoísmo, para buscar el mundo de las evidencias universalizables que pueden compartir todos los seres humanos.
7.9.
Las creencias privadas son legítimas mientras no afecten a otras personas, entonces deben someterse a las evidencias universales.
El primer fracaso de una teoría del conocimiento es "lo que veo, lo veo", pero este inexpugnable principio tiene que completarse con otro que le baje los humos: "toda evidencia puede ser tachada por una evidencia más fuerte".
La verdad es la manifestación evidente de un objeto. Le acompaña la certeza subjetiva y puede expresarse en un "juicio verdadero". Su fuerza depende del estado de verificación en que se halle. Lo que llamamos verdad científica es la teoría mejor corroborada en un momento dado.
Por su rango de corroboración están:-verdades privadas: quedan reducidas al mundo de una persona, por su objeto, por la experiencia en que se fundan, por la imposibilidad de universalizar la evidencia (antes de ser demostrada es privada una verdad científica) Son verdades biográficas, no reales, no son intersubjetivas. La confianza que tengo en alguien es una verdad privada, que puede manifestarse falso en la continuación de la experiencia. Lo que no se puede hacer es universalizarlo porque la experiencia en que se basa es privada.
La vida va confirmando o rebatiendo una parte importante de nuestras verdades privadas. Cada cual debe buscar las pruebas de su verdad, por honestidad o por interés, como las pruebas de amor de los enamorados.
Desde el exterior sólo podemos considerarlas presuntas verdades. Sólo a veces se puede demostrar que eran falsas pero en la mayoría debemos abstenernos de juzgar.-verdades privadas colectivas: son verdades privadas que no pueden universalizarse, pero son compartidas por un colectivo (creencias religiosas) Son verdades comunes, participadas, pero sólo por un grupo, cuyo consenso fortalece las fes particulares. La comunidad como corroboración es uno de los grandes mecanismos que aseguran las certezas religiosas, porque producen un espejismo de verdad intersubjetiva. Son también un mecanismo para hacer naufragar la inteligencia social.-verdades universales: son intersubjetivas, son evidencias suficientemente corroboradas al alcance teórico de todos y sometidas a rigurosos criterios de verificación metódicamente precisados por la ciencia a lo largo de la historia, que permiten alcanzar una garantía que va más allá del mero consenso subjetivo.
Una teoría no es verdadera porque la admitan los científicos sino que los científicos la admiten porque la consideran verdadera. La ética puede alcanzar este estado de verificación, aunque por caminos distintos a los que sigue la ciencia.
Hay un principio ético acerca de la verdad: en las relaciones entre seres humanos o asuntos que impliquen a otra persona, una verdad privada individual o colectiva, es de rango inferior a una verdad universal, en caso de que haya conflicto.
Las religiones son verdades privadas cuya corroboración interesa al sujeto que las está manteniendo y que en el ámbito de la acción pública por ejemplo en el comportamiento, tienen que someterse a las verdades éticas. No pueden imponerse por la fuerza porque tampoco pueden ser erradicadas por la fuerza, mientras permanezcan en el ámbito íntimo y sus consecuencias no perjudiquen a nadie.
7.10.
Debemos anhelar el triunfo de la inteligencia porque de ello depende nuestra felicidad privada y nuestra felicidad política. En los asuntos que nos afectan a todos la inteligencia comunitaria es el último marco de evaluación. Abre el campo de juego donde podremos desplegar nuestra inteligencia personal. Colaborará a nuestro bienestar y ampliación de nuestras posibilidades. La justicia -la bondad inteligente y poco sensiblera- aparece inequívocamente como la gran creación de la inteligencia. La maldad es el definitivo fracaso.
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EPÍLOGO:ELOGIO DE LA INTELIGENCIA TRIUNFANTE
La inteligencia fracasada pare dos terribles hijas: la desdicha evitable y la maldad, que añada desgracia a la desgracia.Una errónea idea de la naturaleza humana dice que la felicidad es pancista y boba y que sólo el sufrimiento es creador, con la consigna sé bello y triste, pero nada hay más terrible que la enfermedad ni nada más monótono que la locura.
La idea de que sólo pueden crear los desgraciados dice que la felicidad es embrutecedora, vulgar, burguesa. Y la bondad se considera una sumisión rutinaria, cobarde y boba a nuna norma. Según los transgresores idiotas quien es bueno es porque no tiene valor para otra cosa. Así se impone la idea de que la felicidad es embrutecedora y el mal es creador, que sólo la angustia revela la verdadera realidad, que el aburrimiento y la náusea descubren la verdadera índole del ser, declarado en ruina.
La actitud privilegiada para ver el mundo es la alegría, la serenidad, el coraje. Elaborar una metafísica de la posibilidad creadora, esforzada pero eufórica.Los pesimistas viven bien gracias a los ridiculizados optimistas y el escepticismo colabora con la reacción a las primeras de cambio.
La felicidad es la armoniosa satisfacción de dos grandes aspiraciones: el bienestar y la creación. Son anhelos contradictorios y, con frecuencia, preferimos elegir uno de los dos a mantener un difícil equilibrio. El bienestar o la craación, el sufrimiento o la vulgaridad (El esfuerzo del bailarín no es sufrimiento sino entrenamiento, la creación de posibilidades para realizar un proyecto. El sufrimiento es un dolor sin sentido) Tenemos que coordinar impulsos dispares, estamos hechos para el egoísmo y para el altruismo, para el juego y el rigor, para el placer y la grandeza, para la soledad y la compañía. Armonizarlo requiere sabiduría. La inteligencia habilitada para la felicidad privada y para la política, para la justicia.Sabio no es quien sabe muchas cosas sino quien actúa sabiamente. Es un modo elegido de ser, un trabajado proyecto de humanidad, el talento para hacer las preguntas adecuadas y buscar las buenas respuestas. Es la poética de vivir.El tipo de inteligencia que capta los valores, aprende de la experiencia y pone en práctica lo que considera mejor.
La sabiduría es un conjunto de poderosas energías creadoras. Crear es hacer que algo valioso que no existía, exista. No hay creación mala, la producción de algo malo es destrucción. El dolor, el sinsentido, la finitud, son nuestros enemigos. La gran épica humana tiene que narrar nuestra lucha contra ellos.
La inteligencia triunfante inventa lo valioso en nuestra vida privada o pública, es nuestra gran posibilidad, nuestra salvación.
La excelencia, la sabiduría, la inteligencia aplicada a la creación de una vida buena. Es un modo de ser expansivo que integra la inteligencia del individuo y del ciudadano. Frente a la historia de la estupidez -otro error, otro desvarío, otra crueldad, otra matanza- tenemos que contar la historia triunfal de la inteligencia.
Hay que despojar de grandeza las narraciones históricas llenas de ferocidad y ensañamiento. Abolir esa glorificación del fracaso, edificar una sensibilidad que reniega de la estupidez ensalzada y de la torpe connivencia estética con la brutalidad.
La evolución dejó al ser humano en la playa de la historia, como un animal no fijado.La inteligencia es un caudal poderoso y contra viento y marea, triunfará, a menos que la especie se degrade, abandonándose a una felicidad de cerdo o de lobo, a una claudicación que le acompaña siempre como posibilidad tentadora.
Hay que confiar en una inteligencia resuelta, inventiva, cuidadosa, poética, ingeniosa, intensa y estimulante.
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