Francisco, juglar de Dios (1950) Roberto Rosselini. Una obra maestra (y ya van varias) del maestro Rossellini, que compone una película desbordante de belleza, sencillez y armonía entre la naturaleza y el ser humano, narrando episodios de la vida de San Francisco de Asís. A su belleza el maestro italiano añade nuevas vías de expresión artista (Rossellini era un artista, no como tantos otros autoproclamados artistas pero meramente mercaderes del diseño) sorprendentes y provocadoras que dan a este clásico una modernidad siempre fresca, vital y fascinante. Música para el alma, con uno de los finales más gloriosos de la historia del cine. Alabado sea el cine.
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